Más allá del cuerpo: desafiando el estigma de peso

Actualmente, vivimos en una sociedad en la cual nos vemos expuestos cotidianamente a mensajes que difunden la representación negativa y errada de personas con sobrepeso u obesidad. A nivel general, estos contenidos reducen el peso únicamente a factores disposicionales de las personas, ignorando su complejidad y multifactorialidad. Si bien algunos de estos mensajes podrían pasar inadvertidos, es necesario identificar y problematizar las repercusiones que estos contenidos pueden generar a nivel individual y social.

¿Qué consideramos que es el estigma de peso?

El estigma de peso, es un fenómeno social que engloba las creencias y actitudes negativas hacia una persona en función de su peso, manifestado en conductas discriminatorias tanto implícitas como explícitas. De esta forma, atribuciones como contar con “poca de voluntad”, tener un estilo de vida sedentario o carecer de disciplina se vuelven estereotipos recurrentes promueven prejuicios que pueden derivar en rechazo social, trato desigual y exclusión en diversos contextos de la vida cotidiana a las personas con sobrepeso u obesidad, desde entornos escolares hasta los espacios laborales y contextos sanitarios.

¿Cómo internalizamos el estigma?

La exposición repetida a mensajes estigmatizantes (provenientes de comentarios en ambientes sociales, los medios, profesionales de la salud, entre otros) llevaría a la internalización de las atribuciones negativas asociadas al sobrepeso. Se interiorizan los estereotipos negativos, generando un deterioro en la autoestima, pudiendo llegar a incorporar estas creencias negativas como parte de su identidad personal. El estigma interiorizado genera vergüenza y culpa sobre el cuerpo, pudiendo evitar actividades sociales al anticiparse al juicio negativo o discriminación por parte de otros por su peso.

Estigma de peso en contextos sanitarios

Uno de los lugares donde el estigma se evidencia con alta frecuencia es en el entorno sanitario, lo cual genera consecuencias preocupantes para las experiencias de atención médica de los pacientes. Entre el 41%-80% de los pacientes con obesidad reportaría percibir alguna interacción estigmatizante con profesionales de la salud, reportando una focalización exclusiva de los problemas a su peso, pesaje rutinario sin consentimiento previo, materiales médicos poco ajustados a la diversidad corporal, entre otros.

Contrario a la creencia popular de que la vergüenza o la presión social podrían motivar la pérdida de peso, la evidencia demuestra que las conductas que derivan del estigma no tiene efectos que favorezcan la pérdida de peso ni que incentivan conductas saludables. Por el contrario, se asocia con el aumento de peso y la disminución a los controles médicos, generando una menor adherencia al tratamiento.

Una práctica profesional responsable en el área de la salud exige ser conscientes respecto al estigma de peso, comprendiendo que el sobrepeso y obesidad son condiciones multifactoriales y por lo tanto, que deben ser atendidas con un abordaje integral, centrado en la persona y con las adecuaciones necesarias para ajustarse a la diversidad corporal.

Formación profesional

Para los profesionales de la salud que busquen especializarse en la comprensión integral y abordaje compasivo de la obesidad, los invitamos a conocer el Diplomado en Manejo Interdisciplinario de los Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad de la Universidad de los Andes. Este programa combina teoría y práctica para ofrecer una mirada integral y actualizada, orientada a profesionales comprometidos con un abordaje respetuoso y basado en evidencia.